17 junio 2021

El reencuentro del diablo

Como todos los años, el último domingo de septiembre se realiza la fiesta religiosa, en nuestro pueblo de Petorca, desde temprano la gente adornaban todo. el camino del recorrido.

 Este año, decidimos realizar un mini-teatro para contar la historia del diablo a los pequeños del pueblo, luego de haber llegado todos, se sentaron para poder escuchar la historia. 

"Hace unos años, una fiesta religiosa fue realizada en nuestro pueblo, todo bien adornado, bailarines con trajes exóticos y personas disfrutando de comidas típicas.

En un momento comenzaron los bailes,  de pronto aparece un hombre con traje de diablo, que bailaba de forma muy llamativa, cuando se acercó a un manzano mientras danzaba, agarró una manzana y salió corriendo hacia un cerro que nadie podía subir ya que es inclinado. 

Nadie podía creer con la facilidad que subió corriendo aquel extraño sujeto del disfraz, hasta llegar a la cima, nunca más se le volvió a ver". 

Luego que terminamos de representar la historia, comenzamos con los bailes religiosos, debo decir que estaban hermosos los trajes y agregamos nuevos pasos e integrantes. 

En la noche, hicimos un saludo a la virgen con nuestros bailes, en el lugar del evento, había un bailarín nuevo, que estaba repartiendo manzanas a las personas que veían las presentaciones, tenía un disfraz parecido al del diablo, pero no le pusimos demasiada atención así que seguimos bailando. 

Después que todo acabó, notamos que el extraño bailarín ya no estaba, nos dio un escalofríos, pero luego empezamos a ordenar nuestras cosas para retirarnos. Yo me quedé pensando en el parecido del sujeto misterioso de esta noche con el hombre de la historia, sacudí la cabeza pensando que se trataba de una idea tonta, sin embargo, levanté mi mirada al cerro y allí se veía al bailarín, del susto que me dio, dije: ¡Santa María purísima!, y se escuchó una explosión en la cima.

 Desde ese día no se ha vuelto a ver al extraño bailarín del disfraz. 


Autora: K. D.


El hombre que le dobló la mano al diablo


Un español que llega a México, el cual se convirtió en vagabundo, comía y vestía de la basura. El hombre tenía el pelo negro, sus ojos celestes y vestuario destrozado. 

Estaba aburrido de ser pobre, robó unas velas, sangre de animal y fósforos en el sótano de una casa abandonada, con la sangre hizo una estrella, la que encerró en un círculo, con las velas lo rodeó y empezó a llamar al diablo. 

Estuvo ahí unas 2 horas hasta que lo invocó, el diablo le dice- ¿Qué quieres hombre?- el sujeto contestó -quiero hacer un pacto contigo, quiero dejar de ser pobre.- El diablo lo pensó un momento y luego le preguntó- ¿Qué estarías dispuesto a darme a cambio?- El hombre sin pensarlo demasiado, le ofreció su alma, pero con una condición, le daría su alma en el momento de morir, cuando su cuerpo tocara la tierra, fue aceptado el trato.

Tiempo después. el español entró a una selva densa, donde encontró una pirámide maya llama Chichen Itzá, dentro de ella habían 57 trampas mortales y un laberinto., con su astucia logra evadir todas las trampas y salir del laberinto, obtiene como recompensa una sala grande llena de tesoros. 

Con sus riquezas, se llegó a convertir en un señor muy poderoso, se dejó llevar por la ambición y se dio cuenta que se había convertido en un ser despreciable. Quiso cambiar, como  tenía tanto dinero, pensó que sería mejor si lo compartía con las demás personas, pensó que con ese gesto se podría salvar de entregar su alma al diablo. 

Al pasar el tiempo, el señor fue envejeciendo, obtuvo el agradecimiento de las personas a las que él ayudó económicamente, cuando se acercaba la hora de su muerte, les contó a todos la verdad de su dinero, de cómo lo había conseguido y el horror que sentía de perder su alma.  Los pobladores se apiadaron de él, así que cuando este señor murió, le construyeron una lápida que estaba sostenida por cuatro patas de león, de esta manera, lograron salvar el alma de aquel buen señor español. 

Según dice la leyenda, las personas que hacen este tipo de pactos, son castigadas por Dios, se cree que el alma de este hombre aún es buscada por el diablo, que no esperaba este engaño. 


Autor: J.M. 

16 julio 2018

 

Hoy es la fiesta de la tirana, el sonido de los tambores y otros instrumentos retumban por mis oídos, mi hermano pequeño salta alegre a mi lado, me sorprende que no les tenga miedo a los disfraces, en sí, son bastantes escalofriantes.

-¡Natalia!- Mi grupo de amigos se dirige hacia mí, habíamos acordado encontrarnos aquí.

-¡Hola chicos!

-Te estábamos buscando Natalia, pensábamos que no vendrías, pero aquí estas...-sus ojos se dirigen al pequeño a mi lado- junto a Mateo…

-Ah...si, nuestros padres deben estar cerca, solo acompañaba a Mateo a ver el desfile de los disfraces, debería avisarle a mis padres que ya están aquí.

 

-¡Mamá!¡Papá! Los chicos ya están aquí, vengo a avisarles que estaré con ellos.-Intenté soltar la mano de mi hermano, pero este no me lo permitió-.

-¡Yo quiero estar contigo!

-Vamos Mateo Natalia saldrá con sus amigos no puedes ir con ella.

-Cariño ven…-Dice mi madre.

-¡No!- En un abrir y cerrar de ojos Mateo suelta mi mano y sale corriendo entre la multitud de gente.

-Corrí detrás de él para alcanzarlo, desafortunadamente tropecé con una piedra y caí al suelo golpeándome en mis rodillas, me levanté rápidamente, pero Mateo desapareció de mi campo de vista.

Avancé unos pasos más adelante, en una calle que estaba doblando la esquina, Mateo conversaba con un señor desconocido, como si lo conociera de toda la vida.

-Mateo ¿Qué haces? Ven aquí, no debiste salir corriendo de esa manera.

-Natalia, este señor, dijo que tenía una historia increíble que contarme.

-No, Mateo nos tenemos que ir ahora…

-¿Qué te parece si le cuento las historia a ambos? Cuando termine de contar la historia se van.

-No creo que sea lo mejor…pero está bien.

El señor comenzó a contar la historia.

Había una vez, un pequeño joven, vivía en un pequeño pueblo con su madre y su hermano menor, un día el chico decidió salir a dar una caminata solo, subió el cerro pero ya se hacia tarde y debía volver, caminando de vuelta a casa, se encontró con un señor muy amable, el señor caminó junto a él, conversaron y compartieron, en un momento de conversación el señor le muestra al chico un reloj de bolsillo muy peculiar, en un lado tenia un espejo y del otro lado el reloj.

Al momento en el que el muchacho vio el reloj, el tiempo se detuvo.- El señor le dijo al muchacho:

-Al momento en el que compartes tu tiempo conmigo o miras el reloj tu tiempo me pertenece. Perplejo por lo que acababa de escuchar, inconscientemente el chico dirigió su mirada al espejo, pero no debió haberlo hecho.

Al mirar su reflejo en espejo, sintió como si su alma fuera arrancada de su cuerpo, todo su alrededor se volvió negro y perdió el conocimiento.

Al recobrar el conocimiento se encontraba, en una calle oscura, tan antigua casi desvanecida, no sabía donde se encontraba ni como había llegado ahí. Una voz resonó por todo el lugar: -Ahora tu alma me pertenece…y no creo que estés solo aquí..

El chico seguía buscando la providencia de la voz…

-Estoy arriba muchacho...-Al mirar hacia arriba, en un cielo negro se reflejaba un rostro escalofriante, poco tardó en darse cuenta de que era el rostro del misterioso señor. El alma del chico quedó atrapada en el reloj de bolsillo.

-Fin.- Dijo el señor, terminando de contar la historia.

Era una historia bastante surreal y…rara. Pero algo me inquietaba y me  hacía creer que no deberíamos estar aquí…

-Bien…ahora podemos irnos Mateo, Mamá estará molesta si no volvemos ahora. Tomo la mano de mi hermano en un intento de salir de ahí.

-Creo que mentí, respecto a que ambos podrían volver.- En ese momento sentí un peso en la mano con la que sostenía a mi hermano, cuando me giré a verlo estaba pálido y su cuerpo colgaba de mi mano, como si su vida hubiera sido retirada…-¡Mateo! ¡Mateo responde!- Gire a ver al hombre, pero había desaparecido..

-¿Qué sucede? Una voz desconocida hablo.

-¿Por qué gritas? ay...por Dios..-Sus ojos bajaron al pequeño en mi mano..

-¡Ayuda!¡Ayuda por favor!- Agradecí cuando la señora pidió ayuda y vi llegar a dos señores corriendo. Pero mi agradecimiento no duró mucho…

-Señora ¿está bien?

-No, esta chica, mató al pequeño…

No pude asimilar todo lo sucedido después de las palabras de la señora, las miradas confusas de mis padres, la gente mirándome aterrorizada, quería decirles que nada de eso era cierto, que yo nunca haría algo así. Pero me encontraba en un carro policial, directo a quien sabe dónde… desde ese día nadie creyó en mis palabras y la verdad de los hechos ocurridos.

 

 1 año después.

Ahí estaba yo mirando por la ventana de ese hospital psiquiátrico, ya estaba aquí hace un año después de lo ocurrido, el tiempo pasaba lento para mí…ignoraba el mundo a mi alrededor…no me sorprendió escuchar esa voz nuevamente.

-Hola Natalia, tanto tiempo.


Autora: J. F. 

Los dos hermanos que no creían en las leyendas


En un pueblo muy lejano, llamado Petorca, vivía Luis y su Hermano. Luis era súper bromista junto a su hermano, porque ellos no creían en leyendas que la gente del sector contaba, no obstante, ellos siempre asustaban a sus amigos con la Llorona. 
En el pueblo, se decía que fue una mujer que vivió en la época de la llegada del tren a Petorca, tenía una hija llamada Rosita, como todos los habitantes, estaban muy emocionadas por este gran acontecimiento, por fin podrían ver el tren, sin embargo, ella no sabía que ese día le traería un dolor insoportable. Rosita jugaba en la línea del tren, mientras su madre conversaba con otros vecinos de la localidad, bastaron solo unos minutos de descuido para que la niña terminara siendo aplastada por el tren, según dicen, fue tal el dolor de la mujer, que a los días después murió. Pasó un tiempo, y empezó a correr el rumor entre los pobladores, que se escuchaba a una mujer llorar desconsoladamente, varios indicaron que era la madre de Rosita, que la buscaba aún por el pueblo. 

Luis y su hermano fueron a jugar futbol junto a sus amigos en una cancha lejos de sus casas, Luis llevaba una mochila que se veía pesada con solo mirarla, los amigos tenían curiosidad por saber el contenido que cargaba, él les respondió: “Llevo cositas para que se mueran del susto”. Ellos no se imaginaban que vivirían el mayor susto de sus vidas. 

Jugaron mucho al futbol, de hecho no se percataron de la noción del tiempo, se hizo muy tarde y sus casas quedaban lejos, Era el mejor momento para que Luis asuste a sus amigos. Él los esperó en los camarines, ya vestido de la llorona y empezó a llorar como suponía que lo hacía la llorona. Al principio se asustaron muchísimo, pero luego se dieron cuenta que era Luis. 

Los amigos, junto con Luis que aún tenía puesto el disfraz se fueron camino a sus respectivas casas, los dos hermanos, luego de dejar a sus amigos en sus hogares, siguieron caminando hacia su casa, pero de pronto, empezaron a escuchar un llanto igual al de una llorona. 

Ellos, creyeron que se trataba de una broma de sus amigos, por ello no estaban asustados, pero a la vuelta de la esquina se encontraron frente a frente con la llorona. Fue tanto el miedo que salieron corriendo, sentían el llanto de la Llorona que se iba acercando poco a poco. Cuando creyeron que estaban lo suficientemente lejos, se detuvieron, se dieron valor para enfrentarla, se ocultaron entre unos arbustos, cuando ella apareció saltaron de su escondite gritando para espantarla.  La Llorona se esfumó, aparentemente, no esperaba que esos niños la enfrentaran, lograron volver a su hogar, pero esa noche algo cambió para siempre, ya no querían ignorar esa leyenda, porque lo habían presenciado en carne propia. 

 

Autor: D. C.



 

Una historia de la Llorona

 

Esto pasó en un lugar situado en el sur de Chile, en un pueblo llamado Chillán, en este sector siempre se habla de una mujer que lloraba dentro de los callejones de la zona, pero nadie le tomaba tanta importancia. 

Un día llego una familia conformada por cuatro personas 2 hijos y sus padres, la mamá se llamaba Sandra y el padre Julián, uno de sus hijos era un niño y una niña, el niño se llamaba Jordán y la niña Catalina. Eran muy creyentes de las leyendas.

 Al paso de los días Jordán le dice a su papá - aquí no respetan las leyendas-. Cuando el padre se enteró de eso, la gente empezó a hablar de esta familia por los rincones del pueblo, por lo que decidieron que era mejor no salir de noche, ya que el pueblo no creía en las leyendas, pero ellos sí, sobre todo en una en particular. 

Mientras pasaba el tiempo, la habitante más longeva del pueblo habló con esta familia y les confirmó lo que ellos más temían, les dijo que desde hace muchos años atrás la llorona ha pasado por estos rincones, lamentándose porque ha perdido algo muy valioso, y que aún no ha logrado hallar.

Al cabo de los meses la familia no estaba pasando por una buena situación económica, cuando la junta directiva decide hacer la fiesta más grande que se había hecho en ese pueblo. Sin embargo, la familia prefiere no ir, por el tema económico, además temían que la llorona apareciera llorando por ahí.

Cuando terminó la fiesta dos familias no encontraban a sus hijos, empezaron a desesperarse y llamaron a la policía local para poder iniciar una red de búsqueda, pero nada parecía dar resultado, era como si se los hubiera tragado la tierra. Todos en el pueblo culpaban a la familia recién llegada al sector, porque eran los únicos que no fueron a la celebración.

Al cabo de unos meses se encontró a uno de los niños desaparecidos, cuando la policía lo interrogó, el niño respondió que nadie del pueblo fue el que se lo llevó, que realmente no conocía a la mujer, le pareció que era extraña, parecía que estaba triste. Todos querían saber cómo había logrado escapar, el niño explicó que por casualidad se enredó con unas ramas, mientras la mujer y el otro niño seguían avanzando, él no se pudo liberar inmediatamente de las ramas, las cuales lo terminaron salvando de perderse para siempre. Nunca se pudo saber lo que pasó con el otro niño, poco a poco su recuerdo fue desapareciendo.  


Autor: D. A. 

16 junio 2021

La aparición del diablo

 


Hace un tiempo atrás en el pueblo de Hierro Viejo la gente se estaba preparando para poder realizar la fiesta costumbrista que se realiza todos los años. Todas las familias ese día se estaban presentando en la capilla para dejar todo tipo de decoración para ese evento, pero justo ese día la familia Domínguez no quiso ser partícipe de esa fiesta.

Pasaron los días y toda la gente se junto para poder lograr que los Domínguez participaran ya que esa familia era muy querida por todo el pueblo y no querían que les pasara algo por no participar de esa fiesta, los mas ancianos del pueblo siempre contaban que al no participar en esa fiesta tenían una consecuencia a la que le llamaban la aparición del diablo.

Esas personas convenidas de no querer participar cerraron todas las puertas y ventanas de su casa.

Luego al pasar de los días llegó el momento donde se tenía que realizar esa fiesta, la gente muy apenada comenzó a decorar mientras los más jóvenes decoraban los ancianos se reunían con los nietos a contar mitos o leyendas.

Llegó el momento de que le abuelo de la familia tenia que contar su historia, pero como se le veía tan preocupado uno de los niños le pregunto - ¿Por qué esta tan preocupado? El anciano le respondió que hace tiempo el tampoco quiso ser participe de una fiesta costumbrista la cual provoco que el diablo lo visitara y lo dejara en silla de ruedas. Ahí fue donde todos se dieron cuenta que la familia estaba realmente en peligro.

Pasaron las horas y la gente empezó a tocar música y a vestirte con ropa muy llamativa, cuando estaban de lo mejor Alonso un joven adolescente se da cuenta que una gran sombra estaba bajando del cerro, pero ahora estaban todos muy felices que no le dieron importancia Alonso y olvidaron a la familia que estaba en peligro

Esa sombra estaba cada vez más cerca, el anciano al ver esa sombra pronuncia el nombre ´´el diablo´´ esa sombra de un rato a otro no pasados los cinco minutos iba en dirección bailando a la casa de los Domínguez.


Al pasar el siguiente día Alonso se acerco a la casa de la familia y se dio cuenta que todos estaban muertos, aterrorizado fue corriendo a dar la noticia al cura del pueblo donde decidió darle una ceremonia de despedida a la familia Domínguez.

El anciano al escuchar lo que había ocurrido, le dio un fuerte dolor en el pecho el cual le provocó la muerte. Desde ese día la gente del pueblo le puso como nombre a esa familia

´´La familia destruida por el Diablo. ´´

Autora: D.F. 

GULA

  En la conocida casona de la señora como siempre la cena final va a comenzar con platillos repugnantes, listos para devorar, sonriendo a fl...